lunes, 29 de octubre de 2018

Presentación



Dis-curro: Festival de poesía en FHUC-UNL




El miércoles 10 de octubre presentamos el último libro barriletero La mediación de lectura en Barriletes. Saberes de una biblioteca comunitaria en el Festival de poesía de les estudiantes de Letras de la FHUC, agrupades en Juguete Rabioso. 

Fue una tarde re linda, en la que nos acompañaron Analía Gerbaudo y Martina Ramirez con amorosas lecturas y comentarios sobre el Cuaderno Barriletero; también hubo feria de editoriales amigas: Corteza Ediciones, Vera Ediciones y Editorial de l’aire; armado de libros cartoneros en vivo, en directo y abierto a quien quiera gracias a las chicas de Vera y terminamos la nochecita con micrófono abierto escuchando lecturas de quienes publicaron en la revista rabiosa (https://revistarabiosafhuc.wordpress.com/) 

La mediación de lectura en Barriletes. Saberes de una biblioteca comunitaria es un libro escrito por les talleristas barrileteres Lautaro Maidana, Hernán Hirchsfeld y Milena Frank, y diseñado por Candela Caudana. Esta publicación se enmarca en una serie de Ediciones Barriletes titulada “cuadernos de trabajo” porque guarda en la forma de un cuaderno escolar, los apuntes del gran ovillo que es la mediación de lectura. Esta práctica teorizada por diverses autores es para la biblioteca comunitaria de Barriletes un modo de trabajo, un modo de vincularse con otras personas. Consiste sencillamente en construir(se) un tiempo para generar encuentros y tender puentes de ida y vuelta hacia lo poético. Para esto no existen recetas fáciles o modelos a seguir, porque el territorio de la poesía es travieso e inquieto. Cada texto nos interpela, nos proporciona distintos modos de establecer dinámicas para entusiasmar a otres en su lectura.

Agradecemos este encuentro para poder compartir aquello que aprendimos y seguimos aprendiendo en los diferentes espacios en los que mediamos literatura, buscando propiciar tiempos para lo poético, que entendemos como algo vital para las personas.

Compartimos aquí los textos leídos por Analía y Martina en la presentación, junto a algunas fotos de la tarde tomadas por Gaspar Bertoni. 








Presentación de La mediación de lectura en Barriletes. Saberes de una biblioteca comunitaria (2017)

Por Martina Ramírez


En un momento híbrido, andrógino de mi vida como estudiante, en el cual tengo que empezar a pensarme en espacios educativos diferentes a la facultad, considero que el cuaderno de Barriletes (me gusta llamarlo así) acerca algunas afirmaciones sostenidas por las experiencias de quienes las sintieron en el cuerpo, que vienen muy bien para alguien con casi nula experiencia en la enseñanza de la literatura. Igual ojo. No acerca recetas sino relatos experienciales potenciados con las voces de Laura Devetach, Michel Petit, Graciela Montes, entre otras; todo lo cual conforma una narración que vuelve a instalar la pregunta de qué tiene que ver la escuela con la literatura, o por qué y para qué la literatura tiene que ser considerada como un derecho de cualquier persona.
¿Cómo puede ser entendida la figura del lector? ¿Cómo podemos entender lo poético y lo artístico? ¿Qué es un mediador de lectura? ¿Qué es la alfabetización poética? ¿Qué es una biblioteca comunitaria? Son algunas de las preguntas con las cuales Lautaro, Milena y Hernán tuvieron que enfrentarse y lidiar en la batalla de los consensos que impone la linealidad de la escritura . Para conocer qué opina el equipo de mediación de lectura de Barriletes las y los invito a leer esta producción por diferentes motivos. En primer lugar, creo que una de sus virtudes es la síntesis conceptual que presenta de un largo camino de trabajo en territorio y de formación teórica colectiva y sometida a discusión constante. Esto de la discusión constante puedo certificarlo porque conozco no sólo a Mile, sino también a Hernán, a Gabi, a Sofi y a Kevin, quienes fueron voces que habitualmente estuvieron presentes en algunas materias y espacios de discusión compartidos. En este punto no podemos negar el lugar que tiene en la vida de varios de nosotros y nosotras la universidad pública, donde te encontrás con gente que la tiene mucho más clara que vos y que está dispuesta a compartir todo lo que sabe porque sí, y porque no conoce otra manera de relacionarse. (Al mismo tiempo me permito una digresión: qué importante encontrar personas que se animaron a laburar en otros espacios con lógicas distintas a las de las prácticas universitarias). En segundo lugar, en términos editoriales es un libro muy bien logrado en cuanto a su diseño exterior e interior. Es un libro muy simpático y amigable para ser acercado a quien tenga algún interés por lo poético.
Ahora bien, algunos meses atrás cuando leí por primera vez el libro me surgieron algunas preguntas que me siguen resultando al menos molestas y que me gustaría compartir, y ver qué piensan ustedes al respecto:
¿Qué supone la creación de un material didáctico, comprometido, innovador, sólidamente argumentado sobre la mediación o la enseñanza de literatura? (Habría que discutir acá si mediación y enseñanza pueden ser homologables) ¿Conocimiento, experiencia, compromiso? ¿Por qué en nuestra formación como estudiantes, en algunos casos, nos acordamos un poco tarde que en gran parte, el tiempo destinado a la lectura, es un tiempo que finalmente en algún momento vamos a capitalizar en el trato con un otro? ¿Por qué tiene el lugar que tiene la mediación de lectura en la formación del estudiante de letras? ¿Cuales son los otros para los que nos formamos? ¿En qué coordenadas consideramos que vamos a intentar enseñar algo?
El 30 de mayo de este año, como muches recordarán, la gobernadora de la Provincia de Buenos Aires manifestó que la “gente pobre” (gran significante flotante) no va a la universidad. Declaración que por lo menos, arrojó evidencia respecto de sus concepciones sobre la educación, quienes son las personas que habitan cotidianamente los espacios de las universidades en nuestro país, y sobre quiénes son las personas que habitan el suelo argentino. La declaración de Vidal, meses atrás, me resultó potente para pensar sobre la politicidad de nuestro curriculum y de nuestra futura profesión. Aunque soy repetitiva, reitero: ¿En qué sujeto pensamos como nuestros futuros estudiantes cuando transitamos la carrera de letras? ¿Pensamos en que nuestro aprendizaje (SÍ, AUNQUE DE MIEDO: NUESTRO APRENDIZAJE, ES DECIR, NUESTRA RESPONSABILIDAD) va a estar en función de potenciar, permitir, u obstaculizar el tránsito de los sujetos en la escuela, el instituto o la universidad? ¿Somos conscientes de que vamos a enseñar a personas que luego pueden llegar a ser diputades, almaceneres, enfermeres, policías, en fin, ciudadanes cuyas opiniones generan realidad en el discurso? ¿Para qué estudiamos? O bien, ¿Para quiénes estudiamos? Si bien estas preguntas están super trilladas, a mi me siguen angustiando un poco, pero por suerte, el derrumbe motoriza el deseo como dijo Ana en una clase de didáctica específica.
Quisiera terminar con una cita del libro que nos congrega, porque me parece que sostener lo poético como un derecho, como un espacio que debe ser garantizado porque habilita la construcción de un vínculo sincero, gratuito y emancipador con el otro, puede ser un horizonte para pensar en el para qué de nuestra formación

“Concretar espacios comunitarios y significativos de lecturas es para nosotros como organización social, una práctica de militancia cultural. Sabemos que apostar por lo poético, desde un trabajo sostenido y vincular, no soluciona las marginaciones, las vulnerabilidades y carencias (…). Pero si empezamos a entender lo poético como un equipaje vital y necesario, si entendemos que el afecto y la ´cultura tiene la habilidad de dinamizar procesos, sean estos de cambio, de consolidación de identidades locales, de arraigo, de respeto a la diversidad de una comunidad ´(Negri y Correa, 2014: 125), quizás encontremos un hilito para construir el sueño de una sociedad un poco más igualitaria, conociendo los riesgos y las transformaciones que conlleva soplar un bicho de luz.” (pág. 40)









“Sin estridencias” (o algo más sobre el orden “nano”)

Por Analía Gerbaudo


Me gusta la expresión “sin estridencias”: la usaba Dina San Emeterio en sus descripciones de estilos de uso del lenguaje, no sólo en la literatura (Dina que, aclaro para quienes no leyeron el libro, aparece mencionada por su aporte categorial más importante: su comparación de la teoría literaria como una lupa que ayuda a ampliar la visión de los objetos que caigan bajo su lente).
En este libro cuya puesta en circulación hoy celebramos se usa la expresión en la contratapa: el trabajo que Lautaro Maidana, Hernán Hirschfeld y Milena Frank emprenden es nada menos que el de “escribir teoría desde Barriletes”. Una escritura que quieren difundir “sin estridencias”.
Quisiera desplazarme del “me gusta” que me trae el eco de los posteos del mundo Facebook que no transito, a la fundamentación razonada de la importancia de este libro que, a partir de este año va a integrar la bibliografía obligatoria de Didácticas de la lengua y de la literatura en esta facultad. Para ello, y para no repetir los contenidos a cuya lectura envío, simplemente quiero sintetizar las razones para dicha inclusión. A la pregunta de por qué incluir este texto entre las lecturas de la materia, respondería:
Porque en el mejor estilo bourdesiano, a cuyas lecturas de todos modos envío, construye teoría a partir de una práctica de intervención comunitaria;
Porque describen esa práctica brindando instrumentos para, por analogía y/o contraste, imaginar otras propias;
Porque actualizan el sentido de un taller como una forma posible de un “aula de literatura”, formal o no formal;
Porque el mejor ejemplo de lo que pueden los estudiantes es mostrar lo que hacen los estudiantes.
Pienso en este libro, pienso en la revista de Barriletes, pienso en una publicación imaginada por alguien que conocí siendo estudiante, ahora profesor de esta facultad: estoy hablando de Juan Pascual y su lugar clave en el armado del periódico Pausa. Sin exageraciones podría decir que estos son, básicamente, los medios a partir de los que me informo. Las razones son otras y daría lugar a otra presentación expandirlas, aunque no quería dejar pasar la oportunidad para generar estos envíos cruzados a diferentes producciones generadas por gente joven que apuesta, desde un cuidado uso de la palabra, desde un uso responsable y ético del lenguaje, desde una obsesiva atención política al modo de nombrar, por prácticas casi invisibles, minúsculas. Prácticas de ese orden que junto a Avital Ronell llamo, desde hace algún tiempo, “nano-intervenciones”. Se trata de acciones de “escala” minúscula del orden de la “pequeña tarea más que de lo espectacular” (2011: 289). Prácticas que intervienen en el espacio regulado pero no carente de “grietas” (cf. Rinesi 23) de nuestras instituciones y organizaciones.

                                   














viernes, 26 de octubre de 2018

Cartas a la mosca - Laura Fochetti


Club de lectura "Cae la noche litoral"


6to encuentro: leímos Cartas a la mosca de Laura Forchetti


Llegó la primavera a nuestro sur y la recibimos con este poemario de Laura Forchetti (Coronel Dorrego, 1964). Nos preguntamos, entre otras cosas, por qué son cartas, quién dice yo en ellas y a quién se dirige (¿una mosca?, ¿una niña?, ¿una mujer?, ¿una abeja?). Observamos cómo pasa el tiempo en estas cartas/poemas y qué ritmos tienen los objetos y seres que habitan en ellos. Miramos también algunas imágenes de herbarios y enciclopedias de otras épocas y escribimos luego un glosario sobre algunas cosas que aparecen en esta estación. Para ello tomamos algunas palabras o versos de Forchetti.


Glosario de primavera



Enebro en la salsa roja de la abuela y el delantal para ir al jardín.

Herbario: comunión de verdes que se transparentan.



Verdeazul
Se despliegan
matices de hojas
en el azul
del río

Azahar
Envuelve
despiertos
recuerdos.
Te aspiro
huelo
mientras
suspiro

Faro
Luz que se eleva
entre las aguas
guía de barcos.
Vigía cauteloso
de la noche.

Profano
Sentimiento
vivo trae
la imagen
profano se
confunde
mezcla
en mi
memoria.



Calidez: Sensación de bienestar, brota desde el centro y desborda al exterior, se contagia, se expande.

Cielorraso: Intento fallido del humano de ponerle un límite al cielo, de atraparlo, de materializarlo.

Flores: Obsequios coloridos de la naturaleza, recordatorio de que a pesar de todo nos quiere, de que a pesar de todo nos perdona.

Primavera: La estación del amor. Y quien piense lo contrario, no está abierto a discusión.

Septiembre: Noveno mes del año. En algún momento fue septimo, no se. Mes de renacimiento en el sur, comienzo del otoño en el norte.



Erizos: pequeño y tierno animal

Capullo: delicado, suave, flor a punto de nacer.

Pétalos: en su conjunto dan sentido a la belleza de las flores.



La voz susurrante en el viento suena cual canción en las hojas de los árboles a la hora de llamarte con palabras enebradas transmite un sentimiento que acaricia el alma.



Te amaré
lo que tarda
una dosis de alacrán
en destruirte.

Y si llueve
hablaré de las libélulas
me llevarán
sobre su lomo
hacia donde
las hojas enhebran
el rocío



jueves, 20 de septiembre de 2018

Cae la noche litoral: escribimos haikus apaisadamente profundos

Pequeñas azucenas en el patio de marzo. Beatriz Vallejos



El jueves 13 de septiembre tuvimos el quinto encuentro del club de lectura. Un espacio que imaginamos con el objetivo de convocar a nuevxs lectorxs a la casa de Barriletes. En el medio de las cada vez más insoportables medidas de ajuste y represión seguimos apostando a la construcción de ocasiones y lugares donde ser y estar en poesía. Solo por nombrar dos ejemplos: el miércoles 12 de septiembre la noticia sobre la docente secuestrada y torturada por un puñado de hombres en la localidad de Moreno –donde semanas atrás otros dos docentes fueron muertos por la desidia del Estado– nos quería aterrorizar. Y el jueves 30 de septiembre suspendimos el encuentro programado para acompañar la Marcha Federal en Defensa de la Educación Pública. Es decir, no vamos a dejar que nos dobleguen.

La biblioteca comunitaria es la porción de la actividad cultural que elegimos defender y por ello propusimos el don de la poesía para irnos un rato y volver rearmadxs. Pequeñas azucenas en el patio de marzo, poemario escrito en 1985 por Beatriz Vallejos, fue el convite que arrimamos a la mesa.

Nos gusta el lirismo de Beatriz. Su consagración a los anillos de aguas, su trabajo con la materialidad de la escritura, la búsqueda de organizar tradiciones orientales y litoraleñas para nuestra zona, la mirada sobre lo desapercibido por cotidiano. Su poesía habla del estado poético que Laura Devetach propone para una vida plena.

Pequeñas azucenas es el diario de un mes. Un ciclo de luna. La edición de El collar de arena nos presenta el libro como si este fuera todo un mismo poema. Un único tejido que en su acompasada trama nos atrapa con sus fulgores. La tarde, apaisado profundo. El pintor, resplandeciente de blancos. El cartero, llegando entre cartas y zorzales. El jazmín, infinito en la noche.

Después de leer, conversamos sobre las partes que más nos habían iluminado. Carina se acordaba de haberlo leído el año pasado y de la métafora de “el collar de arena”: cada libro es una cuenta o grano de un solo collar.


Miramos fotos de flores, nos preguntamos cuáles son las azucenas y buscamos adentro de nosotros si sabíamos los nombres de las diferentes especies que había en la mesa: cala, hortensia, conejito, lirio. Después conversamos sobre haikus, un género lírico de Japón bastante extendido y cultivado en el resto del mundo. Leímos algunos escritos entre los siglos XVIII y XX y escuchamos los ecos de esta escritura en los poemas de Beatriz. Así nos pusimos luego a ensayar nuestros propios haikus o poemas que capturaran el fulgor de algún instante. Esto es lo que salió de ese ejercicio mientras caía la noche.


Azahares
Aparecen perfumando el patio,
azahares anhelados de Septiembre

Ojos
Como luces parpadeantes
brillan y dicen tanto
en un trillar de
palabras

La palabra
Frágil que se me escapa
como espada de dos filos
que atraviesa el alma

                                                           Carina Pesoa


A la mañana
sale al patio caliente
el perro a hacer pis

Oscurece
Subiendo la barranca,
la comadreja

                                                           Lautaro Maidana


Lluvia floreada
salpicando amores.
Llevo paraguas

Noche de jueves
agónico inverno
la biblioteca

                                                           Carolina Pintos


Cálida noche
de verano te encuentro
entre el silencio

Destellante
tarde de sol en Abril
te vas perdiendo

                                                           Marina García


Con estas palabras nos fuimos retirando, acomodando el salón para las actividades del día siguiente, dejando que los ecos de la poesía de Vallejos nos llevaran lejos.



lunes, 16 de julio de 2018

Club de lectura


Cae la noche litoral: jueves 5 de julio



Apuntes: Marta Zamarripa y los modos de estar en pie


Milena Frank

Solo de garzas y otras levitaciones se llama el libro que empezamos a leer el jueves 5 pasado en el Club de lectura. Hace un tiempo veníamos pensando junto a Lautaro cómo activar nuevamente en la Biblioteca ese espacio vital para nosotrxs que era el Taller Poético. Una tarde para juntarnos a leer literatura en voz alta y compartir todo lo que eso genera. Es difícil encontrar un espacio así acá creemos nosotrxs. Y como lo extrañábamos tanto, decidimos volverlo Club de lectura. 

¿Por qué un club de lectura? Porque la idea es que lo hagamos entre todxs y que sea un lugar al que nos guste volver. Encontrarnos un día cada tanto a leer, escribir, opinar sobre las lecturas e ir armando una cartografía de autores propia. Habitar una biblioteca de ese modo u otros que vayamos inventando. No importa que no se venga del palo de la poesía. O de la literatura en general. La idea es justamente que la literatura nos atrape. 

Para el primer encuentro, decidimos proponer un poemario nosotrxs. A modo de invitación. Justo yo me había comprado hace unas semanas Autores de Concordia, un libro hermoso que reúne una antología de poesía escrita por entrerrianxs y ahí me encontré con Marta Zamarripa. Con Lautaro nos habíamos quedado con ganas de leer más de esta poeta, después de que conocimos un poema que nos gustó mucho, impreso en una intervención en una vigilia del 24 de Marzo. Justo se dio que nos llegó una donación a la biblioteca en la que venía también Solo de garzas y así surgió la idea de leerlo en el primer taller. 

Empecé a leer sus poemas sin saber casi nada de su obra. En Autores de Concordia hacen una breve biografía en donde dicen que nació en Gualeguay en 1933, vivió en Concordia durante los `60 y `70 en donde trabajó como docente de lengua y literatura. Ahora, sabemos que está viviendo en Victoria. Es una gran militante por los derechos humanos, de hecho, fue quien creó la cátedra de Derechos Humanos en el Nivel Superior de la Enseñanza de nuestra provincia. También trabajó en la Editorial de Entre Ríos y fue asesora cultural. Hace poco se estrenó un breve documental en donde se puede rondar más en los lugares que la poeta vivió y empezar a conocer en 13 minutos a esta mujer luminosa. En la revista paranaense 170 Escalones pueden encontrar una breve reseña realizada por Franco Giorda y un envío al film online.

Lo primero que quise destacar, antes de arrancar la lectura en el Club, es la singularidad del título del libro. Porque me remite a una imagen auditiva, el “solo”, un canto entonado por un sólo cantor que en este caso serían las garzas. ¿Alguna vez escucharon qué sonido hacen las garzas? En realidad, no es un sonido “melódico”, como el canto de un cardenal. Sino que se trata más bien de un graznido monocorde que emiten cuando se sienten amenazadas. El título se completa con una imagen visual, las “otras levitaciones” que acompañan este “solo de garzas”. Después de leer el poemario entero, entiendo que claramente la elección de este nombre no es azarosa, y puede pensarse en clave simbólica respecto de lo que se tematiza en cada poema. Es en este libro, por ejemplo, que está publicado aquel poema que leíamos en la Vigilia junto a Lautaro, y que la poeta dedica a sus alumnos desaparecidos. 


                                                    


Es un poemario cuya lectura nos angustió a muchxs esa tardecita. En sus versos leemos un yo que se enuncia desde el “exilio más cruel”, que recuerda y despide seres amados. Pero asimismo, las palabras con las que trabaja y va componiendo musicalmente cada estrofa poseen una sonoridad que se nota en el paladar: “glicinas”, “diamela”, “aguaribay”, “biguaes”, “cardenales”, etc. También el modo en que construye las imágenes visuales que pueblan los poemas es lo que me pareció genial desde un principio, como en esta pregunta: “Dónde, dónde las garzas/ su vuelo tul neblina/ bordado en el basalto”. 


                                     

                                  


La presencia de la garza como figura poética atraviesa todo el libro y puede ser una cuestión en la que seguir pensando después de leerlo. ¿Por qué la garza? ¿Qué representa y cómo se representa en los poemas? Este ave, tan frecuente de ver para quienes solemos andar cerca de los ríos y arroyos litoraleños, aparece en esas preguntas que están en el primer poema, “Reino de arena”. De hecho es interesante, porque el libro se abre con el verbo “pregunto”, y termina el último de sus poemas otra vez acudiendo a la garza: “Una garza de levísima espuma levitó, espléndida”. En el tránsito del primer al último de los poemas, es posible leer entonces cómo sucede este paso de la pregunta al hecho concreto del que se da cuenta en este verso citado. 

Después de la lectura en ronda, propuse una pequeña actividad que nos permita luego conversar acerca de nuestras primeras impresiones. La idea era elegir un poema y dibujarlo con crayones. La edición con la que trabajamos acompaña cada poema con una ilustración de Carlos Asiaín que no pudimos reproducir en la edición artesanal pero que sin dudas potencian el sentido de los versos. Fue eso lo que también nos condujo a la idea de dibujar los poemas. De la actividad propuesta resultan las imágenes que están acompañando este breve texto. 

En la charla que se armó después, surgió otra pregunta que nos pareció clave también para acercarse al poemario, ¿cómo se construye la temporalidad allí? Hay versos en los que coincidimos, el tiempo no transcurre linealmente, sino que se solapan diferentes momentos de vida. Así es como sucede por ejemplo en “Sonrisas congeladas en un día de tantos”: 

Ah, pequeña niña
que espías
en los espejos
y en los retratos abolidos
a una mujer
que nunca termina
de jugar
su rayuela.




La infancia, según leemos aquí, sigue presente y convive en la adultez de esa mujer, así como se hace presente un día en París, un padre que vuelve “en glicinas, linares”, una mamá que parece ser mirada desde una foto de niña, el Comandante que “escribe/ que es muy bello/ ser una chispa de eternidad,/ un enorme cigarro compartido”, la voz de Eva Perón gritando un vaticinio para desesperanzados. “La historia nunca muere” arenga Eva en ese poema que viene a darme la última clave para cerrar este breve acercamiento al poemario. 

Si tendría que nombrar con una sola palabra el libro, lo haría con la palabra esperanza. Porque creo que todo el libro trata un poco de eso, de volver a hacer presentes formas de seguir en pie, formas de encontrar certezas frente a la pregunta por el exilio, por lxs desaparecidxs y por la muerte. De ahí que se construya un tiempo que se va plegando en diferentes sujetos que vuelven y seguirán estando porque hay una poeta que reconoce los gestos, los objetos, aquellas cosas que sobreviven a la muerte y nos hacen posible seguir recordando “La historia nunca muere”. Por eso también la presencia constante de las dedicatorias al final de cada poema. Esa insistencia de un canto que se enuncia desde la soledad, pero que se afirma y refuerza en lo colectivo, en la certeza de los afectos, en la poesía como modo de regreso...





REGRESOS DEL SOÑADOR

“Corrientes aguas, puras, cristalinas…”

Garcilaso de la Vega

En las catedrales de agua
de la ribera amada
imploré al Sueño
el regreso del Soñador.
Hojas de hierba azul crecieron en mis pestañas
y en lo umbrío del recóndito verano
vi todos los destellos del día
derramados sobre los hombros de un jinete.
Una garza de levísima espuma levitó, espléndida.
En las corrientes aguas
más puras, cristalinas
la Victoria Regia
arrastraba en sus nenúfares de oro
los sueños del Soñador.

A los poetas Alfonso Sola González y
Francisco Madariaga.




Desde aquí pueden descargarse el poemario completo digitalizado.

Este jueves 19 de julio a las 18:30 hs, retomamos el Club leyendo la primera parte de En la luz de París, de Emma de Cartosio. Todavía hay lugar para quien guste arrimarse...

                              








miércoles, 27 de junio de 2018

Cae la noche litoral

Cae la noche litoral

Club de lectura





La Biblioteca de Barriletes abre sus puertas los jueves de 16 a 20 horas. Como forma de habilitar espacios para la lectura, invitamos a jóvenes, adultos, público interesado de cualquier condición y color a nuestro Club de Lectura "Cae la noche litoral".

Libre y gratuito, será cada 15 días, los jueves de 18:30 en Courreges y Perú. Apostamos a un espacio abierto y plural, donde encontrarnos para leer literatura. Para disfrutar, discutir, investigar y escribir sobre escritores de la zona o sobre textos que nos inquieten. Sin estridencias, pero con la convicción de que la poesía es necesaria para hacer la vida más vivible.

En el primer encuentro leeremos "Solo de garzas y otras levitaciones" de la poeta Marta Zamarripa. Prepararemos ediciones artesanales del texto, con el objetivo de divulgar obras dispersas y ensanchar nuestras bibliotecas personales. El club no supone una progresión de lecturas: podés sumarte en cualquier momento del año, proponer textos, sugerir autores o poéticas, circular como prefieras.

Para mayor organización, pedimos confirmar asistencia a nuestro facebook: Biblioteca Esos Otros Mundos o a nuestro mail: bibliotecabarriletera@gmail.com

¡Te esperamos!

Taller de mediación de lectura con adolescentes

 Nombre en construcción

Oral o escrita, la literatura es un regalo de espacio. (…)

Antes que cualquier otra cosa, es tal vez un espacio lo que se encuentra en algunas palabras leídas, de manera vital, sobretodo para quien no dispone de ningún lugar, de ningún territorio personal, de ningún margen de maniobra. 

Michèle Petit. “Saltar al otro lado”, en El arte de la lectura en tiempos de crisis


El diseño del afiche es del compañero Martín Pérez Campos


Desde sus inicios, la Asociación Civil Barriletes se constituyó como una organización social cuya preocupación atravesaba a las infancias y adolescencias de manera integral. Durante sus inicios, niños, niñas y adolescentes estaban presentes en Barriletes acompañando a sus padres o adultos de referencia en el armado de la revista de calle. Con el objetivo de hacerles un lugar legítimo para habitar la organización, poco a poco se fue armando una serie de actividades de trabajo con esta población etaria. Talleres, cursos, apoyo escolar, espacios de recreación y de educación no formal fueron abonando la necesidad de áreas especiales de trabajo que abordaran las problemáticas específicas de las infancias y adolescencias. “Área Expresión” fue el nombre que tomó hacia el año 2007, y que a fines de 2014 tuvo un viraje significativo al cambiar su denominación. La consiguiente “Área con niños y niñas” vino a dar cuenta de la necesidad en Barriletes de contar con una política de trabajo con la infancia, en consonancia, principalmente, con la Ley Nacional 26.061 de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes y su expresión provincial en la Ley 9.861 .

De esta manera, y dicho brevemente, Barriletes se abocó durante los últimos cinco años a pensar un abordaje integral de las infancias a partir de tres acciones: talleres territoriales sobre distintas experiencias artísticas, articulaciones con diferentes instituciones y organizaciones, y formación para sus talleristas y distintos integrantes. Así, el trabajo puntual con adolescentes fue quedado relegado y, por así decirlo, casi fuera del espectro de actividades barrileteras.

Surge entonces la necesidad de proponer espacios de abordajes destinados específicamente a las adolescencias y juventudes, como modo de dinamizar no solo la actividad de Barriletes, sino la circulación de diferentes sujetos en la sede de la organización. En efecto, también durante los últimos cuatro años se ha priorizado el trabajo de taller en territorios específicos (los barrios y las escuelas) y no así en la casona que Barriletes habita desde el 2015. Así, este proyecto de taller semanal de mediación de lectura con adolescentes pretende ser el punto de partida de un itinerario que aporte otros aires al proyecto solidario que actualmente la organización social sostiene con su revista de calle, estación de radio, área de gestión de recursos, biblioteca, editorial, y área de trabajo con infancias.


Generalmente, cuando de adolescencias se trata, una de las problemáticas que se señalan es la falta de espacios para que puedan asirse al mundo. En sus investigaciones, Michèle Petit ha encontrado que, aun esporádica o amenazada, la lectura durante los años de juventud es necesaria para resistir a los diferentes procesos de marginación o descomposición subjetiva y, asimismo, para la construcción o reconstrucción psíquica, es decir, para convertirse uno en sujeto de su propia vida. “Con palabras se nos expulsa, con palabras se nos da acogida”, dice Petit. Por lo tanto, desde este proyecto de taller lo que procuramos es un intervención paciente y sostenida en el tiempo para formar una comunidad de lectura. En esta comunidad de tiempos, espacios y lenguajes compartidas buscaremos convertirnos en una posibilidad de encuentro para los adolescentes que participen de ella.

En síntesis, el taller de mediación de lectura que construiremos será una frontera donde legitimar las palabras propias, reforzar las capacidades de entrar en poesía, traspasar umbrales, vencer las resistencias, formar parte de una comunidad más amplia, enriquecer los caminos lectores, (re)elaborar mediante el lenguaje las relaciones con el sí mismo, los otros, y el mundo.

jueves, 19 de abril de 2018

Maite Alvarado y Gloria Pampillo - Taller de escritura. Con las manos en la masa

"Pensando en el rotundo fracaso de la escuela en la enseñanza de la lengua, creemos que ha llegado la hora de empezar a vincular más directamente esa enseñanza con el juego, explotando el aspecto lúdico -rico y diverso- del lenguaje, para propiciar el dominio de este a través del trabajo creativo (vía de acceso privilegiada, a su vez, al discurso literario). Desde esta perspectiva, el taller de escritura adquiere una importancia mayor como metodología de aprendizaje. A través de consignas -que el propio docente, después de familiarizarse con el trabajo, puede elaborar- es posible analizar y poner en práctica aspectos de la lengua, a la vez que se ejercita una escritura experimental, ligada al juego, y una lectura exploratoria y creativa, que abre el camino a un contacto más productivo con la literatura."



Compartimos este libro de Alvarado y Pamillo, en cuya lectura aprendemos y nos hacemos preguntas sobre el trabajo de escritura. Invitamos a otrxs a aventurarse en este texto, haciendo click acá

jueves, 12 de abril de 2018

Presentamos La mediación de lectura en Barriletes

La mediación de lectura en Barriletes. Saberes de una biblioteca comunitaria


El viernes 23 de marzo a las 19 horas presentamos el cuarto libro de Ediciones Barriletes e inauguramos así la serie Cuadernos de Trabajo. Rodeadxs de amigxs y compañerxs apostamos por nuevas formas de producir conocimiento, de escribir y leer en comunidad, y de trabajo que prioricen los lazos de afecto. Vivir juntxs, creemos, se trata de esto.



Este libro fue escrito por lxs talleristas barrileterxs Lautaro Maidana, Hernán Hirchsfeld y Milena Frank, y diseñado por Candela Caudana. 

Pensamos en un cuaderno porque es un objeto que asociamos a la infancia. Son los niños y las niñas quienes diariamente los usan para comenzar a ensayar sus primeros dibujos, escrituras y cuentas. También, un cuaderno es un material de ensayo, de apunte, de trabajo. Es un objeto personal e íntimo en donde guardamos aquello que vamos aprendiendo, que queremos recordar o seguir pensando en otra ocasión.

Quisimos guardar en forma de cuaderno los apuntes del gran ovillo que es la mediación de lectura. Esta práctica teorizada por diversxs autores es para la biblioteca comunitaria de Barriletes un modo de trabajo, un modo de vincularnos con otras personas. Consiste sencillamente en construir(se) un tiempo para generar encuentros y tender puentes de ida y vuelta hacia lo poético. Para esto no existen recetas fáciles o modelos a seguir, porque el territorio de la poesía es travieso e inquieto. Cada texto nos interpela, nos proporciona distintos modos de establecer dinámicas para entusiasmar a otros en su lectura.

La mediación de lectura en Barriletes. Saberes de una biblioteca comunitaria es el primero de una serie de Ediciones Barriletes llamada “Cuadernos de Trabajo”, que pretende mostrar la diversidad de prácticas comunitarias de lectura. En este caso, no se trata de un manual ni de un recetario para pensar la lectura, sino que más bien busca hacer preguntas sobre nuestras prácticas con el objeto literario.

Como siempre, Ediciones Barriletes es un proyecto que crece de la misma forma que todo nuestro catálogo, de modo autogestivo y con el apoyo de muchas personas. 

Agradecemos a las editoriales y librerxs de Paraná que nos acompañaron (Curiosa Exhibicionista, Providencia Galería, Gretel Schroeder, Saltacharcos Libros, y Vaporeso Libros), a todo el equipo barriletero que estuvo presente (Alicia, Rubén, Naza, Verena, Vero, Stefa, Martín, Abel, Amandine, Joaco, Pablo, Pamela, Fede y una lista interminable!)