domingo, 17 de julio de 2016

Taller poético de Julio, en la Biblioteca Provincial.



Ayer, nos encontró la lectura de un libro que este mes fue traído por Hernán. Esta vez decidimos que la lectura sea en la Biblioteca provincial de Entre Ríos, un espacio en el cual se trabaja para archivar la literatura publicada en nuestra provincia.

Pero archivar no sólo es catalogar obras en una estantería, es hacer público eso que se guarda, es posibilitar su acceso para todxs. Acceso sin el cual una obra como la de Emma de Cartossio (1928-2013), por ejemplo, resultaría muy difícil de mirar.

Cuando llegamos al taller, Hernán nos esperaba con una mesa poblada de textos e ilustraciones. Libros de esa biblioteca, de Kevin, de él.

Después del taller, mientras cocinábamos en Barri, seguía buscando en páginas europeas online alguna pista de los libros que nos faltan. Es ese deseo constante de lectura de lo que nos falta, de lo que nos gusta, nos interpela, que hace taller poético tan intenso para el corazón, tan hermoso.

Y también, porque como los gatos, los poemas se deslizan y llegan cuando no se los espera, o quizás justo al revés…

Gracias Hernán.



(...)

No me quejo, no me jacto, me deslizo felinamente entre objetos / y criaturas rodeadas de amor o costumbres, de hábitos útiles / que los transforman en indispensables como nunca lo seré.

Nadie me ama exclusivamente, a nadie amo exclusivamente  / tengo una tristeza que sin mil y sonrió porque es lo correcto / según mi portero y el presidente de la República. / Me moriré pronto o después, sin admiradores ni velorio / en un día de la tierra que me soportó y soporté / y crecerá un yuyo, ni lindo ni feo, de mi polvo.

(Autoretrato. En “Automarginada”, Emma de Cartosio)












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