martes, 3 de marzo de 2015

Hay lugar la poesía en los espacios públicos - Graciela Dobanton para El Diario


Domingo 1 de marzo de 2015


Ayer sábado a la tarde en la Plaza Sáenz Peña se desarrolló un taller poético que abordó la obra del poeta santafesino Juan Manuel Inchauspe. El ciclo está a cargo los mediadores de lectura de la biblioteca Esos Otros Mundos, de la Asociación Civil Barriletes.





“El taller está dirigido a gente que se incomoda con la poesía”, espeta Kevin Jones, de la biblioteca barriletera.
Y es una suerte de declaración de principios y una forma de entender esta actividad que se viene desarrollando una vez por mes con una calidad sostenida, en cuanto a los poetas elegidos y al modo de encararlos. Los organizadores de estos talleres se encargan de buscar autores de profundidad poética, que tengan algún punto en común “aunque a veces las similitudes las encontramos en la práctica”, dice Kevin a EL DIARIO. Además, el encargado de coordinar el encuentro está por uno u otro motivo “atravesado, incomodado, interpelado” por el autor que aborda.
Atravesada por la angustia existencial, la de Inchauspe es una poesía narrativa y reflexiva, que influyó a toda una vertiente contemporánea de pesimismo ante el lenguaje.
Esta serie de encuentros está dedicada a poetas santafesinos. Primero fue la poeta Beatriz Vallejos y luego Juan Manuel Inchauspe, de quien dice Beatriz Vignoli en una nota en Página/12: “Juan Manuel Inchauspe (1940-1991), vivió en Rosario durante la fructífera década del 60 y de quien en vida se publicaron sólo dos libros: Poemas, 1969-1975, que salió en 1977 por Ediciones La Ventana, de Orlando Calgaro, y Trabajo nocturno, que editó en 1985 la Universidad Nacional del Litoral con prólogo de Edgardo Russo. En 1994 la UNL publicó su Poesía completa con dirección y prólogo de Estela Figueroa, quien aporta un breve texto preliminar a una nueva edición de su poesía. Los editores esta vez son Sergio Delgado y Francisco Bitar, quien realizó una cronología de su vida basándose en información aportada por familiares del poeta. Dos conjuntos de poemas: Poesías (1961) y Climas (1962/1963) habían permanecido inéditos hasta ahora, mecanografiados por el poeta y guardados en el archivo familiar. Aquí se publican. También se incluyen sus traducciones de poesía de Drummond de Andrade y Manuel Bandeira realizadas para revistas literarias. Fotos, notas, ensayos y estudios sobre su obra, además de entrevistas por Carlos Morán y Enrique Butti, se complementan con semblanzas por Roberto Aguirre Molina, Rogelio Alaniz, César Actis Brú y Pablo Barbagallo. Un prólogo de Marilyn Contardi le sigue al de Figueroa”.
En diálogo con EL DIARIO, Jones explica que el taller poético venía abordando autores entrerrianos y la decisión de trabajar con autores santafesinos pasa por pensar el Litoral como un mapa ampliado, más allá de fronteras geopolíticas, como una zona literaria.
Se han nutrido de textos gracias a publicaciones de la Editorial Municipal de Rosario y de la Universidad Nacional del Litoral.
“Son autores bastante desconocidos hasta el día de hoy, cuyas obras han sido publicadas en ediciones muy pequeñas y recopiladas –explica Jones–. La línea es leer a estos autores un poco desconocidos para el gran público, pero que sabemos que son autores de culto, cuyas obras son sólidas construcciones poéticas”.

ENCUENTROS

Siendo coherentes con la idea de encontrarse de la manera más artesanalmente posible con un autor, Jones explica: “Hay todo un movimiento cuando se edita un libro que hace mucho que no circulaba. El hecho de que esté publicado no quiere decir que lo hayamos leído. Entonces, propiciar encuentros alrededor del autor, seguir construyendo lazos artesanales ante sus textos, nos permite leer a ese autor y que esa mediación se termine de consolidar”.
Al respecto, detalla que en los talleres se entregan algunas ediciones artesanales de algunos poemas del autor sobre los que se trabaja. Eso también permite que la gente se lleve esos libros a su casa.
“El taller poético trata de ser una ocasión de lectura, donde el texto, el tiempo y el espacio estén y poder encontrarse de la manera más artesanal posible con el autor”, recalca.
En cuanto a la elección del autor, de este autor y de todos los que lo han precedido comenta que es debido a que quien coordina el taller tiene que ser alguien que por distintos motivos se haya sentido tocado por la obra poética que quiere mediar.
“A éste lo coordinó Sofía Dolzani, quien el verano ha pasado muchas noches leyendo los poemas de Inchauspe y desde el lugar de persona afectada por estos poemas que lo elige. Es parte de la biblioteca, mediadora de lectura”, informa.
En lo que a la elección de la plaza se refiere, explica: “Quisimos aprovechar el verano para hacerlo en una plaza, por otro lado porque habíamos hecho una liberación de libros en la Sáenz Peña y nos pareció una experiencia muy linda”.

AL MARGEN

SU POESÍA. Inchauspe, si bien es un autor no masivamente conocido, lo es de culto. Su poesía tuvo influencia en una generación atravesada por el pesimismo ante el lenguaje. Según Enrique Butti, “la reflexión se hace sistemática y materia misma del canto”.

Aquí la nota en El Diario.

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